Lugo comienza el carnaval 2016 con un pregón cargado de retranca y filosofía de vida

Lois Pérez, maestro y escritor lucense de 36 años, dio el pistoletazo de salida a las fiestas, que incluyen una veintena de actividades hasta el martes

Viernes, 05 de febrero de 2016
Fuente: 
Gabinete de Prensa
Lugo comienza el carnaval 2016 con un pregón cargado de retranca y filosofía de vida

La Banda Municipal de Música y el grupo de percusión Odaiko se encargaron ayer de calentar el ambiente festivo del Carnaval 2016 en Lugo, que comenzó en la tarde de este viernes con un pregón cargado de retranca y filosofía de vida pronunciado por Lois Pérez, maestro lucense de 36 años, “narrador oral, traficante de historias y crooner rural, según el horario y la ocasión”, como él mismo se define.

La Alcaldesa, Lara Méndez, y la Concelleira de Cultura, Turismo, Juventud y Promoción de la Lengua, Carmen Basadre, acompañada de otros miembros de la Corporación, recibió al pregonero, que tuvo una gran acogida entre el público con una intervención teatralizada en el Salón de Plenos con la que desató muchas sonrisas y aplausos.
Tras este pistoletazo de salida de las fiestas más desenfadada y pícara del año tuvo lugar el Carnaval Escénico, a cargo del grupo de teatro de la Asociación Down Lugo y Los Palimoquiños y Cia. Las charangas Garrafón.com, La Excusa y los Amigos de Manolo amenizaron la jornada.

Hasta el martes, se celebrarán una veintena de actividades. Mañana sábado, el programa comenzará a las 10:00 horas, en la Plaza de la Soledad, con la Feria de Productos Típicos del Carnaval, amenizada por los Virtuosos del Tinto. A las 17:00 horas comenzará el gran concurso de disfraces infantil, que repartirá vales por lotes de libros valorados en cerca de 1.000 euros. Además, la Ronda de las Fontiñas, la Plaza del Campo, el barrio de Recatelo, Campo Castelo, San Pedro y la Plaza Mártires de Carral acogerán diversas actuaciones musicales.
El domingo empezará con una degustación de filloas en la Plaza de la Soledad. La jornada contempla diversas actuaciones musicales, así como un baile de carnaval en el Mercado Municipal de Abastos a las 18:30 horas. Y el 8 de febrero los más pequeños podrán gozar con una ludoteca de juegos gigantes a las 18:30 horas en el Mercado Municipal.
Para el martes de Carnaval, el Ayuntamiento tiene preparadas actuaciones musicales y el gran concurso de disfraces de adultos, que repartirá 6.000 euros en premios. El Velorio y el posterior entierro de la Sardina, así como el concurso de hurones pondrán el broche de oro a los carnavales.

Pregón Carnaval 2016: Lois Pérez Díaz, La Máscara y La Cabeza: mitin de José Manuel Cordal

Buenas tardes: soy José Manuel Cordal, del Partido Entroidal.

Son momentos defíceles pal partido y Este va ‘ser un pregón de moderamiento y conintencionalidaz que a`sé a todo evitara los lugares comunes tan fercuentes en este pregón y que me contraten el año que viene.

Así que con la venérea, señora consejera, señores consiglieri, señoras con-ojeras, lacones, laconas, caballeros, caballeras, lucenses y demás animales de granja de la contorna, incluidos todos los salvajes de la Cornisa de la Piringalla y de Albeiros centro, mi segunda patria, si los escuchan bourear por ahí atrás no se preocupen, son ellos para avisar que ya han llegado; saludos también a los señores y las señoras de casi bien de las terrazas y de la calle de la Reina, lectores habituales del Progreso y de la Voz. Y también de algún periódico; si les gusta no hace falta que aplaudan, pueden abanear las joyas y el carné de afiliamiento del partido; hablando de partidos, quiero de agardecer desde lo más fondo del asador la poca persencia de mis colegas de lo que queda del Partido Socialista y del Partido Copular, del Bloque Aislacionista Gallego, también de Lugonovo, y son horas poco prudentes para la gente mayor, ha venido también gente de Si, ho!-dadanos, y aprovechar para anunciar una de las glandes medidas que el Partido Laconista va`poner en marcha y no es otra que sugerir que el pregón del año que viene corra por cuenta de Marga Nevera de la Luz, pensamos que luego del míten de Curuña reúne todos los atributamientos para llevar adelante esta tarea con total garantidaz, y meterla en el castín de Jueguiño de Tronos que se va de gravar en las Tierras Medias de Roupar, en fechas venidoiras.

También saludar a toda la gentiña de Izquierda Vencida, que ha tenido a bien se escapar de su Asamblea nacional, que transcurre ahora mismo en el Café Bar Celta, juntaron cuatro mesas; están tardando en llegar la gente de la curia también, si bien es cierto que se tardaron cinco siglos en aceptar que era la Tierra quién viraba alrededor del sol en deber de al revés, bien pueden tardar cinco minutos más en llegar a un pregón. Además, ellos van disfrazados todo el año. Enviamos convitamiento a las más altas esferas y dejamos recado en la gasolinera del Corgo Belga a su más destacada representante aquí en la tierra amurallada; desde aquí saludar también la sociedad formada por Charly Chouriz y Quique Setiembre que tantas tardes de gloria nos ha ingresado, y que no tienen culpa ninguna del cocido ni de los procesos del gas metano que a estas horas tiene lugar en varios restaurantes de la villa de Lugo, y también un cariñoso saludo a Abejera que tiene a bien recordarnos el valor de las banderas. Hoy es un día de celebramiento, de chavaliñas y de chavaliños, hay ganas, hoy es un día decurtirse, de campo enlamado, la fricción hace el cariño en noches como esta, la joventú luce(n) sus mejores galas: bragas de brega, calzones con el amarillo para adelante y la nicotina en la bandeja trasera, los depósitos de zumo de coco marcan máximos históricos y es un placer, una honoración casi estar en un acto de tanta enverga-dura.

Estoy digiriéndome a ustedes en castejano porque nací en Parga, capital de Guitiriz, la Tierra Por Metida y Por Meter, pero voy hacer un esforzamiento por hablar en gallego, es una deferencia que tengo por ustedes, que es el idioma más traicional y en el que los más de vosotros, como buenos lucenses de apero vos manejais como el carallo en el día a día, hablando pronto, mal y arrastro…. “

Los personajes,aquí presentes... reprimirán las ganas de me partir los dientes, “no pegarán a un hombre con gafas”; sé que en Sicilia en el1221 hubo un emperador que promulgó la ley de “jocolatoresobloquentes” que significa bufones que insultan y difaman, y por esa ley los ciudadanos podían insultarles, pegar y si se ponían muy nerviosos, matarlos directamente, que es algo que relaja mucho. Ya no sigue en vigor, digo, porque ya se enfrentan a la vida...

Boris Vian decía en un verso que no quisiera morir sin caminar disfrazado de mujer por un gran bulevar y mi madre, non se si fue por Boris Vian o por aprovechar la ropa vieja de los armarios, me disfrazó varias veces de mujer durante mi infancia en Carnaval. Y a mí me gustaba porque me podía pintar los labios y tocarme las tetas a mí mismo, sin que me castigaran o me dieran una palmada , y no como el día que puse las manos en los pechos de un meco en 3º de EXB en la Piringalla, que me reprendió a Milucha, que por lo demás era una profesora bien progresista, pero tú no le podías tocar las tetas al Meco; eran pequeñas incongruencias, no las tetas del Meco que eran unas tetas generosas, sino estas incongruencias de los años ochenta dentro de un clima por lo demás de progresía y desenfreno, pero que a través de estas contradicciones nos hacían interiorizar a los niños la compleja estructura del estado de las autonomías: a nivel nacional, de gobierno socialista, tu podías tocarle las tetillas al Meco; pero a nivel autonómico de gobierno popular podía caerte un golpe detrás de las orejas por parte del Herrero, si te veía tocárselas …Aunque fuera carnaval. El Herrero, siempre decía aquella frase de Vigotsky, si: ¿“vosotros dejaros de carnavaladas, si? Crecemos en estas restricciones y viene el desorden y llegamos a Baltar hijo: desde aquí un afectuoso saludo también, no para el sino para su padre, que siempre fue un trombonista minusvalorado y uno de los grandes renovadores del jazz del siglo XX.

A lo que iba, al año siguiente aconteció otra cosa significativa que acentuó mi gusto por el Carnaval; digamos que mi madre por los carnavales ya estaba inmersa desde hacía tiempo en una escalada personal de transgresión social, y fue más allá: me disfrazó de exhibicionista y ella y mi padre se disfrazaron de preservativos musicales (cosa que reprobaría la iglesia, pero de seguro también Xosé Lois García o Vicente Risco), años después fuimos de orquestra y nos desalojó la Policía Local de ahí del palco de la Plaza Mayor: Yo con el paso del tiempo observé que esto no era normal. Pero a mi aquello me gustaba: recuerdo que entré ahí abajo en la Farmacia Central y pedí algo para las inflamaciones de pelotas porque el disfraz llevaba el complemento del plátano; mi madre me mandaba y se quedaba riendo afuera, mirando por el cristal.

A mí todo esto me gustaba, pero entonces hice otro descubrimiento más íntimo y secreto: era muchísimo más placentero ir solo, que para mí es donde fallan la mayor parte de los tercos e intelectuales teóricos del Carnaval, que se quedan en el registro de los usos y costumbres a nivel colectivo, pero que renuncian a indagar en el gozo solitario y no extravío identitario que supone el disfraz o la máscara, probablemente porque estudian tanto y son tan aburridos que no tienen tiempo a disfrazarse, que para mí es lo más interesante, porque probablemente estoy taladrado de la cabeza, y quisiera hoy corregir aquí este agravio histórico que es ignorar ese animal con ropa lucense que solo es capaz de ver el mundo desde sus ojos y desde su corazón, eso sí después de cenar, primero hay que cenar. Este aspecto placentero de la soledad del Carnaval ya lo conocía mi madre también, que años más tarde la vi sola por la noche disfrazada de inspectora de educación. “Marchaba oscura por la noche sigilosa”, como la Sibila de Eneas en la Eneida. Ya le venía de mi abuela materna, que era más práctica y tenía una visión sanativa de las celebraciones: mi abuela cocinaba mucho, pero en Carnaval cocinaba mucho más. Comenzaba suave en el verano y no le gustaba porque la gente en el verano no come, pero en San Froilán comenzaba a remontar, y venía la Navidad y sumaba y llegaba al éxtasis en el Carnaval. Ella era una estudiosa a su manera de la máscara, a través de la desfiguración facial, salíamos de allí como cebollas... Mi abuelo no, mi abuelo en ese sentido era más purista, la paz de Molière: se alimentaba de vino, queso y atún, y no lo movías de ahí.......

Y esto de ir solo en Carnaval es curioso: la gente te observaba queriendo saber quién eras y nadie lo sabía más que tú. Podías observarlos a ellos, y eso provocaba curiosidad o rechazo o directamente cabreo. Pero no en tanto, tú ibas descubriendo que cada disfraz te ponía en contacto con partes de tu ser que estaban como latentes o adormecidas el resto del año. Digamos que yo tuve una evolución hacia la oscuridad. También en los disfraces: comencé de principito, de cosaco y de gnomo, pero después ya vino todo junto en tromba: mujer, exhibicionista, negra corista de los años setenta-Motown, Elvis y... Cyrano de Bergerac; que fue todo un trauma para mí: salí con nariz y recitando a Edmond Rostand (llevaba un ejemplar viejo de Cyrano en la mano...) y toda la noche me decían lo mismo: que pasa, ¿Pinocho? A mí como soy un modesto lector de literatura francesa me dio igual, pero tú imagina que llega a ser el barranco u otro, por hablar de alguien entendido de la literatura francesa, que va de Cyrano y le dicen que va de Pinocho: ¿te arma un Cristo que deja el local descapotable, entiendes? Y el Carnaval acentúa además nuestro carácter lacónico: somos extraordinarios comedores de lacón, aunque cierto grado de invasión alcohólica obra el milagro definitivo: pasamos de ir ciegos a pensar que somos invisibles, y esto pasa indistintamente en Laza, en el Carnaval Ribeirao, en Lugo o en los pubs del Orzán en La Coruña.

Por tanto, la necesidad de máscara, que ya está en la génesis de la Comedia del Arte de Ruzzante Beolco, está muy presente y unida al Carnaval, ya desde las Saturnales y las Lupercais romanas, y a nuestro Carnaval, al Carnaval Ribeirao y a muchos otros; invertir los términos y las relaciones jerárquicas, aunque solo sea por unos días, el goce antes de la privación, por Valencia parece ser que ya comienzan un poco antes, pero también la necesaria válvula de escape, la ilusión de la fuga.

Y todo esto ¿para qué? Para decir que con el tiempo, parecerá que el aburrimiento se quisiera burlar de mí y me pasa al revés: estoy esperando que llegue el Carnaval para mostrarme como realmente soy y todo el resto del año me parece un carnaval de los malos: poca gente disfrazada, pero demasiada gente metida en su papel como si el tiempo no pasara y valiera la pena ser un indiferente. Hay disfraces muy malos, y poco respeto al Carnaval: veo políticos disfrazados de torpes políticos, veo falsos poetas disfrazados de falsos poetas envueltos en bufandas y fulares, veo personas disfrazadas de perfectos adultos que descubrirán antes o después que su disfraz no era tan bueno; veo niños disfrazados de hijos modelo y de perfectos alumnos.

Así que permitidme que me emocione cuando llega el Carnaval y veo gente entregada a la noble causa de empalagar, de provocar y de protestar contra esta sobredosis de normalidad y de aceptación de las cosas, como si fuera normal que nuestra vida pasara... Para mí eso es el Carnaval: la celebración y la protesta a un tiempo... de nuestra vida que pasa y que se va.

Siempre cuenta Ángel, el camarero de la Cafetería Os Ancares, una historia de una villa Suiza al pie de un lago. Él tenía primos allí, y la aldea estaba sobre una roca. Un día nos avisaron: oye, vuestra villa está sobre una roca y va a caer; no, como va a caer la villa, eso es imposible. Y el tiempo pasaba y la villa se desplazó suavemente sobre la roca hacia el lago. Mirad, puede caer en cualquier momento... No, es imposible. El caso fue que la villa cayó con la roca al fondo del lago, pero lo más sorprendente aconteció cuando estaban en el fondo del lago: todos seguían comportándose exactamente igual, ay, ¿eso es todo? Nada, dos truchas nadando; y perfectamente comprensible. Hoy está algo nublado; si, a ver si venís a comer a casa el domingo; hombre, cuanto tiempo; yo tengo un primo de una aldea que.....y yo creo que entendí: que es terrible que haya gente que prefiera seguir disimulando antes de aceptar la realidad de las cosas y su propia naturaleza. Yo invitaría a todo el mundo a que se quite el disfraz de todo el año y elija su mejor sombra que tiene oculta y salga a la calle a celebrar que no hay mucho que celebrar, pero a veces ya es bastante. Y soñemos, como Boris Vian, con abogados sinceros, con arquitectos modestos, con la vacuna total. Y con la sombra en color...

Decía Augusto Monterroso, por hablar de alguien que hayamos leído todos ¿verdad? Que comportarse solemnemente en un acto que no lo era, no era ser solemne: era ser parvo. Y que uno puede defender en broma o con seriedad las ideas que tenga (en el caso de que tenga alguna), porque lo importante serán las ideas y no la forma en que se transmitan. El verdadero humorista pretende hacer pensar y a veces incluso hacer reír, pero no se hace ilusiones y sabe que su causa está perdida de antemano. Un humorista que piensa que a su causa va a triunfar, deja en el acto de ser humorista. Por eso, al miraros ahora y ver falsas sonrisas de disimulo o caras serias de desacuerdo, sé que triunfé claramente. Pero entiendo que un discurso incendiario como el de hoy bien deberá de tener un final acordeón con el: ¡Viva El Carnaval!

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