Hoy habrá sopa y escalope de ave con arroz, el martes sopa de arroz y ternera con patata asada y el viernes, por ejemplo, crema de calabacita y raya al vapor. Estos son tres de los menús de esta primera semana de noviembre para las y los usuarios que siguen un régimen astringente. Los que tienen asignada una dieta basal, en cambio, comerán, esos mismos días, empanada de carne y paella mixta, callos a la gallega y tortilla de calabacita con pisto y berenjena gratinada y pollo al ajo con patata panadera.

La empresa Alimentación Saudable, encargada de prestar el servicio municipal de Xantar no Fogar prepara cada mañana los platos de todas y todos los comensales, respetando las indicaciones sanitarias que recoge su historial clínico.

"Se mantiene un estricto control sobre la elaboración, el origen de los ingredientes, que preferentemente serán autóctonos, de origen gallego, para apoyar a los productores de cercanías y que deben combinarse de una manera saludable respetando las pautas médicas que figuran en el expediente de cada beneficiario", explica la edil de Bienestar.

Olga López Racamonde, señala que la comida se prepara mediante un proceso de cocinado en frío, para garantizar no sólo su conservación sino las propiedades nutricionales de los alimentos además de su trazabilidad. "Y de los fogones, dos veces a la semana, se entrega en los domicilios particulares en los que sólo se necesita disponer de un microondas para degustarlos".

Desde que comenzó la pandemia el número de beneficiarios del servicio se duplicó hasta alcanzar los 121 actuales. En todo el 2019 se elaboraron 18.944 menús para 72 personas, mientras que sólo hasta septiembre de 2020 se tienen ya contabilizados 21.939 almuerzos. La mayoría, en torno al 60%, son mujeres, mayores de 65 años, que viven solas y a las que, luego del confinamiento obligado que impuso el Estado de Alarma, la permanencia del COVID las mantiene en un aislamiento aconsejable ante el riesgo de contagio.

El área de Bienestar que dirige Olga López Racamonde, tuvo que duplicar en septiembre la partida económica asignada a esta prestación, pasando de los 80.000 € a los 160.000 euros. Un presupuesto que incluso se complementa con otras ayudas, a través de la emergencia social, que cubren incluso la adquisición de los propios electrodomésticos para calentar la comida.

"Una atención integral, con la que pretendemos atender todas las necesidades asistenciales de nuestros mayores, mejorando su cuidado y calidad de vida pero contribuyendo también a que se desarrollen con autonomía y puedan permanecer en sus hogares con el fin de que mantengan su arraigo y el contacto con la comunidad vecinal a la que pertenecen", subraya López Racamonde al tiempo que recordó que el ejecutivo de Lara Méndez destinó, en este 2020, 28 millones de euros de los presupuestos a las políticas sociales.

En el Ayuntamiento de Lugo hay 5.000 personas mayores de 65 años que residen solas en sus viviendas y sobre las que, desde el área de Bienestar, se realiza un seguimiento continuado con el fin de informarlos de los recursos que tienen a su disposición en función de las necesidades que presenten y que incluye tanto su mantenimiento, con una dieta equilibrada y acorde a su estado de salud, como la ayuda para la realización de las tareas domésticas, la dinamización sociocultural específica e incluso el acompañamiento telefónico para evitar su exclusión o aislamiento social.

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• La edil de Bienestar, Olga López Racamonde, sobre el Xantar no Fogar | Descargar mp3