"Peatonalizar no es suficiente. El objetivo es ser verdaderamente proactivos contra el cambio climático y velar por el bienestar ciudadano mediante la creación de una Zona de Bajas Emisiones. Un imperativo al que obliga a la Ley de Transición Energética para los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes pero, sin duda también, un aliciente para seguir incrementando la calidad de vida del vecindario lucense mediante la mejora de la calidad del aire y la merma de la contaminación acústica y atmosférica", afirmó la alcaldesa lucense.

En esa meta, el Ejecutivo de Lara Méndez autorizará mañana, en Junta de Gobierno, la contratación de un proyecto en el que se definan las soluciones más acaídas para conseguir una ZBE en el Casco histórico, al amparo de los fondos europeos Next Generation.

"En la actualidad, la mayor parte del recinto amurallado es ya peatonal. Sin embargo, quisimos ir un paso más allá impulsando la peatonalización del 15% restante que quedaba abierto al tráfico, extendiéndola a la integridad de la superficie intramuros. Hablamos de tres actuaciones, que recientemente venimos de licitar (Bispo Odoario, Praza do Ferrol, Santo Domingo y rúa do Teatro) pero que si bien se centran en la humanización y reurbanización de estos espacios, la que se contrata ahora pretende ser el complemento indiscutible que determine que medidas son necesarias para posibilitar ese cambio en nuestro modelo de movilidad", explicó la regidora.

"Implantar una Zona de Bajas Emisiones -ahondó Lara Méndez - lleva aparejadas una serie de variaciones físicas en el entorno urbano, pero también un cambio de la regulación y ciertas limitaciones de acceso, de la circulación y del estacionamiento de vehículos con la finalidad de reducir los gases de efecto invernadero y también los ruidos, aspectos que esperamos poder abordar con concreción a través de este contrato a través del cual podremos obtener toda la información necesaria para adoptar decisiones que, bajo parámetros de justicia social, nos permita avanzar en la protección del patrimonio y de la salud de las personas", subrayó la alcaldesa.

La empresa adjudicataria dispondrá de medio año para finalizar los trabajos, presupuestados en 71.390 euros.

El proyecto, que dispondrá de un presupuesto total de 71.390 euros y contará con un plazo de ejecución de 6 meses implicará, entre otras labores, la realización del conjunto de medición iniciales, la toma de datos y el análisis de los mismos, las visitas de campo que resulten necesarias y la celebración de reuniones con las personas afectadas como pueden ser residentes, el sector del transporte, comerciantes, taxistas, autobuses, técnicos municipales, etc... "con la voluntad de poder conciliar todos los intereses y de conseguir aquellas soluciones más eficientes y respetuosas con la realidad social del entorno", aclaró la alcaldesa lucense.

Méndez también apuntó que los trabajos comprenden, asimismo, la redacción de Ordenanzas municipales, como puede ser la que regule la propia ZBE o la modificación de la Ordenanza de circulación existente, así como la elaboración del informe final y del documento de proyecto completo, incluyendo la elaboración de planos y el resto de trabajos previos".

"Se trata -concluyó la regidora -de acompasar el diseño del Corazón Verde de Lugo con la puesta en marcha del resto de medidas que le dan sentido al conjunto de estas intervenciones en las que la persona es la protagonista del espacio urbano y puede disfrutar de la riqueza histórica y artística de la ciudad, contribuyendo a su dinamización y al cuidado y protección del medio ambiente, de la salud y del patrimonio", sostuvo Lara Méndez.

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• La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, sobre la contratación del Proyecto ZBE | Descargar mp3