Ante el pronóstico de un futuro climático adverso, que incluso apunta a la previsión de que en los próximos años se alcancen en Europa temperaturas próximas a los 50 grados, el Ejecutivo de Lara Méndez pretende que las futuras urbanizaciones que se construyan en Lugo dispongan de recursos propios renovables - como la movilidad, la iluminación o la generación de residuos- como herramientas de resiliencia.

Así, el Ayuntamiento de Lugo adjudicó esta mañana, en Junta de Gobierno, la contratación de una asistencia técnica para elaborar un estudio piloto de planificación detallada de zonas de control climático en la ciudad.

Los trabajos, que tendrán un coste de 45.254 euros y un plazo de ejecución de 7 meses, se centrarán en el primer barrio multiecolóxico que habrá en España - situado en as Gándaras - aunque también incluirá el análisis de la praza de Agro do Rolo, con el objetivo no solo de proyectar zonas de residencias con mayor calidad de vida sino también de mejorar algunas de las ya existentes.

El Ejecutivo local avanza, así, en el cambio de paradigma de la planificación urbana, apoyándose en la construcción de barrios neutros en carbono, capaces de no emanar gases de efecto invernadero, en pro de una ciudad combativa con el cambio climático.

Con esta actuación, proyectada en el marco del LIFE Lugo+Biodinámico, la alcaldesa de Lugo busca aportar soluciones de diseño a los barrios en función de las variables climáticas, tanto en las edificaciones como en los espacios públicos, lo que permitirá reducir las emisiones contaminantes y disminuir el consumo de recursos materiales, agua y energía, creando una red acogedora de entornos confortables para el vecindario.

El estudio recogerá variables como las coordenadas solares, los vientos dominantes y los índices de humedad en el área de intervención, así como el aprovechamiento de las horas de luz, la cuantificación de las necesidades térmicas, o la topografía del terreno, entre otros muchos aspectos que resultan determinantes en la generación del microclima propio de cada barrio.

Más allá, el trabajo aplicará la evaluación climática a la morfología del nuevo núcleo residencial que se proyecta en a Garaballa para definir la orientación de las calles y de las edificaciones, así como los criterios de diseño de los espacios entre edificios, el uso de la vegetación, la selección de materiales de urbanización y el empleo de cubiertas ajardinadas y fachadas vegetales.

Todas las soluciones que se propongan y que se incorporarán al diseño final del barrio multiecolóxico deberán contar con una valoración e incorporar una herramienta de simulación del comportamiento climático de este espacio a microescala.

Además, el estudio contratado realizará el análisis de otra zona ya construida, la Praza de Agro do Rolo, para aportar propuestas orientadas a mejorar este espacio público en el ámbito del confort climático.

La acción forma parte de la estrategia municipal LIFE Lugo+Biodinámico, con la que el Ayuntamiento impulsa una transformación sostenible y verde de la ciudad con apoyos de los fondos europeos y la colaboración de la Diputación de Lugo y del Campus Terra, de la Universidad de Santiago, y de la Universidad Politécnica de Madrid.