Filtros de seguridad viaria
Durante la jornada del lunes 22, los agentes de la Unidad de Atestados, Unidad Territorial de Policía de Barrio y Grupo Operativo Nocturno, continuaron con la realización de filtros de seguridad viaria, durante los cuales pudieron detectar las siguientes infracciones:
3 vehículos circulando sin ser sometidos a la inspección técnica periódica en el plazo reglamentario, lo que conlleva consigo una sanción económica de 200 euros.
1 turismo circulando sin haber concertado el seguro obligatorio, lo que acarrea una sanción económica de 1.500 euros.
1 VMP circulando ocupado por dos personas, cuando tan sólo puede ser utilizado por su conductor, que conlleva sanción económica de 100 euros.
El mismo vehículo, además, circulaba en horario nocturno sin hacer uso de ningún tipo de iluminación ni elemento reflectante, lo que es considerado una infracción grave, castigada con una sanción económica de 200 euros.
1 conductor sorprendido manejando un turismo sin obtener nunca el permiso de conducir, por lo que se instruyen diligencias por un presunto delito contra la seguridad viaria por el procedimiento de juicio rápido.
1 conductor sorprendido manejando un turismo perdiendo la vigencia de su permiso por la pérdida total de puntos, por lo que se instruyen diligencias por un presunto delito contra la seguridad viaria.
En ambos casos podrá corresponder una pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
1 conductor al que se observa una conducción irregular y, una vez sometido a las pruebas reglamentarias de detección del grado de impregnación alcohólica, lanza resultado de 0.56 y 0.52 mg/L, por lo que fue denunciado administrativamente, lo que lleva aparejada una sanción económica de 1000 euros y la detracción de 6 puntos del permiso de conducir.
Trabajador sin contrato
A las 23?45 horas del lunes, un indicativo del Grupo Operativo Nocturno observa la presencia de un individuo manejando una bicicleta y con una bolsa / maleta, con el logotipo de una empresa de transporte de comida a domicilio; el cual se introduce en un local de hostelería de Camiño Real y espera en la barra a que le entreguen un pedido, tras el cual sale al exterior, donde es identificado por los agentes, manifestando trabajar para el dicho local repartiendo pedidos de comida, aunque carece de contrato y no está dado de alta cómo autónomo, ya que aún está en trámites para arreglar los "papeles" para quedar en España.
Aunque la persona que regentaba el local en ese momento negó rotundamente los hechos, se pasó comunicación a la Inspección de Trabajo.