La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, visitó esta mañana el inicio de las obras de modernización de los accesos rodados al casco histórico, con las que se sustituirán los bolardos retráctiles actuales por cámaras de lectura de las matrículas con el fin de agilizar las entradas y salidas y reducir el tiempo de estancia de los vehículos en la zona amurallada.

La regidora recordó que con esta actuación "intentamos modernizar Lugo pero, especialmente,  proteger la zona histórica y, por lo tanto, nuestro rico patrimonio, desde un punto de vista medioambiental, rebajando las emisiones de CO2 así como la contaminación acústica y de vibraciones, siguiendo los pilares de nuestro modelo de ciudad, más ecológica y amable".

Lara Méndez recordó, asimismo, que las directrices europeas van encaminadas a la eliminación de las barreras físicas como medidas de control de accesos. Además, el actual sistema, que está ya muy amortizado al ser del año 2001, presenta averías frecuentes que, en algunos casos y debido a la dificultad en la disponibilidad de los componentes al desaparecer el proveedor del mercado, tardan en arreglarse.

Con los nuevos controles, el Ayuntamiento pretende también corregir la picaresca actual, ya que las cámaras incorporarán de manera automática el expediente sancionador de quien incumple.

Los permisos de accesos se mantendrán, como hasta ahora, para  los 3.000 residentes que existen en este rato, así como para los vehículos de carga y descarga y los permisos especiales.

El nuevo sistema mantendrá las seis zonas de control de acceso existentes: la puerta bidireccional de la Rúa do Progreso; las puertas de salida en la calle Amañá y Praza da Constitución y las de entrada en Luis Peña Novo, Porta de Santiago y en la confluencia de Rolda da Muralla con calle Vilalba. Esta última incorpora una modificación ya que pasará a ser de doble dirección al igual que  la Porta Miñá.

La de la Rolda con la calle Vilalba se trata de la actuación de mayor entidad y que supondrá reordenar el espacio urbano en la zona peatonal de la Ronda inmediata a la Porta de Bispo Aguirre, que ya fue vallada esta mañana.  Así, se establecerán en este acceso dos carriles diferenciados: uno de entrada, que transcurrirá por el margen derecho, y otro de salida, por la izquierda de la calle y más próximo a la Muralla, que estarán regulados por semáforos. Esta mañana, las máquinas comenzaron a levantar el pavimento de Bispo Aguirre para instalar las cámaras de control, así como la nueva señalización semafórica. La obra supondrá también el traslado de las farolas públicas al centro de la calle.

La ejecución, que fue adjudicada por 253.745 euros, estará finalizada en un plazo de entre dos y tres meses. El inicio sufrió un retraso debido las restricciones de la COVID-19.

Plan de tráfico

El nuevo plan de tráfico que entrará en vigor impedirá, de forma temporal, el acceso al casco histórico desde la calle Vilalba, estableciéndose la Porta de Santiago como paso alternativo para residentes y vehículos autorizados. Unas limitaciones que se extenderán, aproximadamente, seis semanas, y que serán informadas con la señalización pertinente.

La empresa encargada de la ejecución de los trabajos procedió, igualmente, a la colocación de carteles informativos en el semáforo de la calle Santiago, en el carril izquierdo de la Rolda da Muralla, donde comienza la zona peatonal así como también en las cercanías de las obras.

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• La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, sobre las obras en el Casco Histórico | Descargar mp3