En las próximas semanas un equipo técnico especializado realizará una prospección al lecho fluvial para determinar la existencia de moluscos y la densidad de las colonias.
El método combinará el empleo de mirahondos en los tramos vadeables y el chapuzón autónomo y mediante snorkel en las zonas más profundas.
De encontrarse ejemplares, se elaborará una propuesta de traslado, con una metodología detallada que será presentada a la autoridad ambiental para su aprobación.
"Las y los lucenses tienen derecho a bañarse en el Miño pero desde el Ayuntamiento queremos que lo hagan de manera segura y accesible por eso, también este año, haremos todo lo que sea necesario para poder instalar la plataforma en el río", afirmó Miguel Fernández.
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El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Lugo viene de dar traslado a la Xunta de Galicia de la solicitud municipal para estudiar el Miño con el fin de habilitar en él, durante los meses de verano, una zona de baño pública.
El teniente de alcaldesa Miguel Fernández explicó que la documentación entregada al ente gallego incluye la comunicación de los trabajos previos de prospección que la Administración local llevará a cabo en el canal fluvial para verificar cuál es el estado del ámbito del río sobre el que tiene autorización para colocar la plataforma.
"De este modo cumplimos con el procedimiento establecido de notificar al Ejecutivo autonómico el inicio de los trabajos que deben comenzar, precisamente, analizando las condiciones medioambientales del entorno sobre la que se piensa actuar", añadió Fernández.
Así, el portavoz municipal señaló que, después de contratarse el servicio, en los próximos días los técnicos de la empresa adjudicataria se sumergirán para conocer el estado en el que se encuentra el lecho, el fin de valorar qué medidas hace falta adoptar - si es que resulta preciso adoptar alguna - para garantizar que la estructura de baño pueda instalarse sin que exista perjuicio alguno para el ecosistema.
"Estos informes – afirmó el edil – serán claves para poder determinar con rigor que la ubicación para la que disponemos de los permisos durante 25 años respeta las consideraciones realizadas por la Xunta cuando nos dieron su beneplácito a la concesión".
Los trabajos se desarrollarán en las próximas semanas e incluirán, al otro lado de la tramitación de permisos y autorizaciones, la prospección de la zona donde se prevé la colocación de los pantalanes flotantes para determinar la presencia de poblaciones de moluscos bivalvos, así como su caracterización y selección y la propuesta de las zonas de traslado.
En la ejecución de las labores está prevista la participación de 6 técnicos cualificados que responden al perfil de licenciados en biología y técnicos ambientales.
!El método de prospección escogido combinará el empleo de mirahondos en los tramos vadeables en zonas poco profundas, y el chapuzón mediante snorkel o tubo y chapuzón autónomo en las zonas de mayor profundidad", dijo Miguel Fernández.
En caso de aparición de ejemplares, se registrarán las posiciones de las colonias mediante GPS, y se determinará la abundancia de los mismos, localizándose visualmente y tomando nota de su distribución, estableciendo una zonificación del área fluvial prospectada en distintos tramos en función de la densidad de las colonias observadas y efectuando su cálculo en cuadrados de muestreo de 50x50 cm, sin remover el sustrato.
Complementariamente, en cada parcela se tomarán datos hidromorfológicos que permitan evaluar la calidad del hábitat para las especies objetivo (profundidad, sombreado, granulometrías dominantes, presencia de finos y corriente).
"De acuerdo con la información obtenida en estos trabajos de campo se elaborará, a continuación, una propuesta de traslado, con una metodología detallada que será presentada a la autoridad ambiental para su aprobación", avanzó el responsable de Medio Ambiente.
"La normativa reconoce a las y a los lucenses su derecho a bañarse en el Miño pero desde el Ayuntamiento queremos que lo hagan de manera segura y accesible, por eso, también este año, haremos todo lo que sea necesario para poder instalar la plataforma de baño en el río", señaló Fernández.
El teniente de alcaldesa recordó que la ubicación para la que el Ayuntamiento dispone de los permisos se encuentra en pleno cinturón verde capitalino, la altura de la Tolda de Castela.
"Una localización – insistió - que se consideró idónea, luego de las conclusiones del estudio de alternativas elaborado y de la batimetría realizada y, en base a la que se diseñó la estructura contratada, adaptada ya a este espacio, que supuso una inversión municipal de 305.000 euros".
Se trata de una plataforma flotante, de 64 metros de longitud, basada en un sistema modular, que tendrá carácter temporal ya que estará operativa tres meses al año, y que se destinará la zona de baño tanto para adultos como también para crianzas.
Inspirada en el diseño de la exitosa ensenada de La Villete de París, la dotación está compuesta por varias secciones. Por una parte, una estructura superior, que servirá como zona de estancia, reposo y para acceso a las piscinas y, por la otra, cuatro piscinas de distintas características, con profundidades útiles de 1’20 m., 0’80 m., y dos de 0’40 m., cumpliendo así con las expectativas en cuanto a público infantil, ya que cada una de ellas estará delimitada para un rango de edad determinado.
Las piscinas disponen de fondo, conformado – como el resto de la estructura - por cubos flotantes ensamblados y unidos mediante un sistema de cuerdas de amarre así como red de nailon marítimo específica para los laterales de las mismas, permitiendo, de este modo, una recirculación constante en el flujo de agua e impidiendo, al mismo tiempo, las entradas y salidas por los laterales donde, por otra parte, se adecuarán dos zonas para que los adultos puedan acceder al río, ya sin piscina, de manera segura.
Al tratarse de elementos modulares esto facilitará su montaje y desmontaje, que se realizará básicamente de manera manual, sin empleo de maquinaria pesada, con el objetivo de ocasionar la mínima afición al entorno fluvial y no alterar ni estropear en absoluto la margen del río, sin dañar la fauna y flora existentes mientras que se mantienen las debidas condiciones de seguridad.