Presentada la maqueta de la futura sed del Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo

Martes, 20 de enero de 2009
Fuente: 
Gabinete de Prensa

El Alcalde de Lugo, José López Orozco, el director general del Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo, Enrique Rei, y el subdelegado del Gobierno, Jesús Otero,  patrón de la Fundación CETAL, entregaron los premios correspondientes al concurso de proyectos para la futura sed del centro: Jacobo Bouzada Jaureguízar (ganador, 16.000 euros), Marcos Parga e Idoia Otegui (2º premio, 8.000 euros), y Jorge Meijide y Fernando Martínez (3º premio, 4.000 euros).


La entrega de premios fue el prólogo de la inauguración de la exposición ESPACIO CETAL, que recoge los 43 proyectos presentados al concurso. La muestra, que se podrá visitar en las próximas tres semanas en el Centro Sociocultural Uxío Novoneyra, incluye la maqueta elaborada por el arquitecto ganador. El proyecto de Jacobo Bouzada destaca por su versatilidad para poder adaptarlo a la demanda de servicios del CETAL y su integración con el entorno.


"Esta exposición define el momento de poner en público las propuestas que se consideraron de interés para el diseño del ESPACIO CETAL y al mismo tiempo queremos que sea también un punto de inflexión para empezar a presentar las diversas propuestas que vamos a desarrollar desde la Fundación CETAL para llenar ese espacio interiormente con proyectos e iniciativas de interés para el sector agroalimentario", explicó Enrique Rei, director del Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo.


El complejo diseñado por Bouzada tendrá una estructura modular que le permita ir creciendo cuándo se incremente la actividad del centro, que se situará en el barrio de Sano Fiz, en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Lugo. Las unidades administrativas y tecnológicas del edificio serán las primeras en estar operativas. Las zonas dedicadas a la investigación y las plantas piloto se situarán en cubículos que serán ocupados de forma independiente, al igual que los laboratorios asociados a las diferentes líneas de trabajo.

"Se valora la rotundidad de la imagen, así como los mecanismos desarrollados en la sesión del edificio para la iluminación y ventilación de los distintos espacios?", indica el acta del jurado, que también destaca "la separación de los distintos espacios técnicos y administrativos".

La propuesta de Jacobo Bouzada enriquece el entorno urbano al liberar el mayor espacio ajardinado posible, concentrando todo volumen en el extremo sur para ocultar las plazas de aparcamiento y ofrecer un gran espacio arbolado compatible con la imponente longitud de la fachada. Expone un doble acceso a la parcela: un principal a través del espacio ajardinado y otro secundario para tráfico rodado y mercancías. La disposición lineal optimiza la superficie de contacto de los espacios de trabajo al jardín, construyendo un espacio en el que paisaje y tecnologías se encuentran.


Aprovechando las soluciones propuestas por la industria del vidrio y los plásticos para invernaderos y explotaciones agrícolas, el arquitecto propone la creación de una envolvente exterior para formar un colchón térmico que minimice el gasto energético de la climatización del edificio. Recurre a métodos pasivos de calentamiento del aire segundo la época del año.


El proyecto contempla la utilización de materiales reciclables y reciclajes. Además de recoger y reutilizar el agua de lluvia para riego y limpieza, está previsto el suministro de energía eléctrica mediante paneles fotovoltaicos colocados en las galerías. La superficie ajardinada prevé la plantación de especies florales autóctonas que, además de facilitar soluciones de bajo coste, acerca valor ecológico.


Un edificio flexible

Jacobo Bouzada proyecta sencillas plantas diáfanas, basadas en un "preciso y modulado" sistema estructural de pórticos. Define las oficinas como bandejas flexibles, multifuncionales y fácilmente compartimentables. Son espacios diáfanos, abiertos al exterior y adaptables la necesidades variadas, permitiendo simultanear una gran diversidad de usos y programas.


Los espacios de trabajo tienen una disposición lineal modulada para satisfacer las exigencias de ventilación e iluminación natural. La flexibilidad de la propuesta prevé futuras ampliaciones en el edificio para atender demandas de servicio que surjan en el futuro.

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