El ejecutivo municipal aprobó este miércoles en la Junta de Gobierno Local la adjudicación de las obras de construcción de las Caldas do Miño, una nueva equipación de uso público y gratuito que permitirá no sólo impulsar las actividades a desarrollar en el entorno fluvial, sino que la ciudad gane un nuevo recurso cultural, de recreo y turístico.

Así, el Ayuntamiento destinará un total de 919.587 euros para la puesta en marcha de esta nueva dotación que ejecutará la UTE formada por las empresas Luis Villamide SL, Luclimat SL, e Instalaciones Deportivas Norte SL, en un plazo máximo de doce meses.

La alcaldesa, Lara Méndez, recordó que "las caldas serán un gran revulsivo turístico, ya que muy cerca pasa el Camino Primitivo y puede ser una etapa de parada y de descanso para los peregrinos que escogen este itinerario xacobeo, así como para la atracción de visitantes vinculados al turismo de experiencias, que se encuentra en auge y que nos permitirá captar un turismo de calidad".

"Asimismo, suponen una nueva dotación de recreo para disfrute de los y de las lucenses, que podrán disfrutar de unas instalaciones eficientes y modernas en un magnífico escenario como es el entorno del Miño", añadió la regidora.

Las caldas son un proyecto enmarcado en la estrategia DUSI Muramiñae, financiada al 80% por la Unión Europea, a través de los fondos FEDER, y cuyo objetivo es unir la trama urbana de Lugo con su entorno fluvial, para conseguir una ciudad más sostenible, verde, innovadora y moderna.

Características de las Caldas

El proyecto dotará a Lugo de unos baños públicos con agua caliente haciendo un guiño a las termas y, por lo tanto, a la historia cultural de la ciudad, aunque no tienen un fin sociosanitario por no tratarse de aguas mineromedicinales si no que provienen de la traída y se acondicionarán termicamente para su disfrute.

La equipación se situará en una extensión de casi 400 m² dentro de una parcela de 84.000 m² ubicada a un lado del Pazo de Feiras, en la Avenida Fábrica da Luz, y la altura del Club Fluvial.

Las instalaciones fueron proyectadas siguiendo los máximos parámetros de eficiencia energética, de acuerdo al modelo de ciudad por lo que apuesta el Gobierno local. Así, estarán compuestas por 4 piscinas de agua caliente -con una profundidad de entre 60 y 90 cm-, dotadas de una manta térmica removible que las protegerá frente a la intemperie para evitar pérdidas energéticas y prevenir caídas durante el horario de cierre, y dos pediluvios de agua frío, sumando una superficie aproximada de lámina de agua de 150 metros cuadrados.

Cada una de los charcos, con aforo para 50 personas en uso simultáneo, tendrá una forma y dimensión diferentes y el recinto contará con un edificio de una planta y con cubierta ajardinada para albergar un atrio, vestuarios, aseos y los equipos de aerotermia. El Ayuntamiento escogió esta tecnología para las instalaciones por tratarse de la opción más rentable desde el punto de vista de la eficiencia energética reduciendo a mínimos la huella de carbono que se generaría con una instalación que no estuviera a la altura de un proyecto innovador y de primer nivel que requiere una ciudad como Lugo.

La nueva infraestructura podrá ser empleada por toda la ciudadanía, incluidas las personas con diversidad funcional o dificultades de movilidad ya que dispone de itinerarios accesibles y uno de los vasos está adaptado con una cuesta de acceso.

Lara Méndez recordó, además, que el diseño de las caldas busca el mínimo impacto visual y ambiental, "porque queremos ser tremendamente respetuosos con la zona en la que se ejecutan, un entorno privilegiado en la que estamos trabajando con diversos proyectos para que los ciudadanos accedan a ella con más facilidad y a través de una nueva movilidad, con itinerarios a pie y en bicicleta, desde la trama urbana de la ciudad".