Presuntos maltratos animales

El pasado día 8 de marzo, una patrulla de la Unidad Territorial de Policía de Barrio de la Policía Local de Lugo, es comisionada por la Sala del 092 para que se traslade a una parroquia del Municipio de Lugo, ya que al parecer había un caballo atado y sin comer, que llevaba así varios días.

Los agentes localizan el animal que se halla en una finca, totalmente inmóvil y encogido bajo la lluvia, observando que está atado por una de las patas delanteras y estacado sin ningún tipo de movilidad, motivo por el cual los agentes proceden a sacar el pincho de acero, clavado en el suelo al que estaba atado el caballo, liberándolo y trasladándolo a una parte de la finca donde había comida suficiente.

Los agentes realizan investigaciones, logrando la identificación del propietario del animal, el cual presenta la documentación de este que coincide con la lectura del número de microchip realizada por los policías, no presentando el libro de la explotación ni seguro del animal, por lo que se levantan actas de denuncia por infracciones a la Ley de Bienestar Animal, relativas a mantener el caballo atado por una de las patas, impidiéndole toda libertad de movimientos, con el consecuente riesgo de autolesionarse; mantener al animal atado sin alimento ni agua durante un tiempo indeterminado, sin tener dónde resguardarse en condiciones adversas y no comunicar a la autoridad competente el cambio del traslado del equino a otra provincia, ya que la explotación de esta persona se encuentra asentada en un municipio de A Coruña. (foto).

Infracción a la Ley de Bienestar Animal

En el día de ayer una patrulla de la Unidad Territorial de Policía de Barrio de la Policía Local de Lugo, acude a una vivienda de la zona sur de la ciudad ya que segundo denuncian los vecinos, un perro se encuentra en una terraza, continuamente atado y en estado de abandono por sus dueños.

Los agentes proceden a la identificación de la dueña del perro, la cuál manifiesta que carece de documentación del animal, observando los agentes que se encuentra atado, aunque en buen estado, por lo que se levantan actas de denuncia por la carencia de documentación y de microchip y por no hallarse inscrito en el correspondiente censo municipal de animales de compañía.