La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, participó hoy en el primer Encontro de Alcaldesas celebrado en A Coruña. Un acto que tenía como objetivo reflexionar sobre el papel de las mujeres al frente del poder municipal.

Un debate que giró en torno a la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad, especialmente desde el campo local en el que, en este momento, las regidoras ocupan sólo el 25% de las alcaldías del Estado.

Lara Méndez aprovechó la jornada, a la que también acudieron grandes referentes en la toma de decisiones a nivel nacional como la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor y la presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso, Carmen Calvo, para reivindicar ese liderazgo femenino al tiempo que instó a seguir impulsando una mayor presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

Al inicio del evento, las asistentes firmaron la Declaración de María Pita, en la que se dejó constancia de que, para que la igualdad sea real y efectiva se requiere un equilibrio en la representación de mujeres y hombres en todos los campos y en la que también se puso en valor a las politicas de igualdad como instrumentos imprescindibles para dar cumplimiento no sólo a ese principio de derecho fundamental sino también a la eficiencia económica, especialmente cuando el mundo se enfrenta a inmensas dificultades globales.

Un documento en el que las alcaldesas se comprometieron por escrito a seguir exigiendo medidas que garanticen la igualdad real entre mujeres y hombres en el acceso a puestos de responsabilidad y gestión, así como a denunciar públicamente los actos de misoginia, machismo o discriminación contra mujeres electas en el desempeño de sus cargos o contra mujeres candidatas por el hecho de ser mujeres.

Entre los objetivos de la Declaración, a la que invitaron a adherirse al resto de compañeras regidoras del estado español, las primeras mandatarias locales constataron su voluntad de exigir a todas las instituciones el impulso legislativo y político con los recursos necesarios que refuercen las políticas locales de igualdad y permitan la gestión de programas y la prestación de servicios municipales profesionales de calidad a las mujeres, particularmente a las víctimas de la violencia de género y también a aprovechar su presencia e interlocución en/con otras administraciones e instituciones para exigir una presencia equilibrada de hombres y mujeres en los actos públicos de todos los niveles en los que participen.

Cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede. Cuando una mujer avanza, todas avanzamos.