Cientos de prendas femeninas colgadas de un cordón que rodeaba la plaza de Mayo en Buenos Aires como parte de la instalación "Cuestión de género", que creó la artista argentina Luz Darriba, residente en Lugo, en el marco del Primero Congreso Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas, que finalizó este el pasado viernes en la capital argentina.

Para Darriba es una forma de hacer visible la trata de mujeres, secuestradas para su explotación sexual. La instalación de la exposición de la artista estuvo auspiciada por el Ayuntamiento de Lugo y la Xunta de Galicia.

La elección de la Plaza de Mayo como escenario de esta intervención no es azarosa ya que se erige como punto de referencia del inicio de las luchas reivindicativas, fundamentalmente de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en el pedido de aparición y liberación de sus ser queridos.

De este modo, las piezas de colegialas y mujeres adultas se mezclaban con carteles de protestas de otros sectores y las clásicas palomas de la plaza, ubicada frente a la Casa de Gobierno, en pleno centro porteño.

Cuestión de género es un homenaje a las mujeres que sufrieron y sufren el cautiverio y un reclamo ante las autoridades para que se ponga fin la esta situación acuciante que implica a redes delictivas nacionales e internacionales.

La instalación sirvió como cierre del congreso, que del miércoles al viernes pasado reunió a unas 700 personas procedentes de Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, República Dominicana, Costa Rica, México, Ecuador, Honduras, España, Francia y Holanda.

Especialistas, miembros de las fuerzas de seguridad, integrantes de organizaciones sociales y religiosas debatieron durante los tres días acerca de las políticas públicas necesarias para frenar la trata de personas, la legislación existente en este tema y la asistencia de las víctimas.