El Ayuntamiento de Lugo, como ciudad cabeza del Partido Judicial, a través de su Depositaria, llevó a cabo el contabilidad de los ingresos para su construcción, así como la responsabilidad de la formación y gestión de los presupuestos de este establecimiento carcelario.

El cumplimiento de la entrega de las aportaciones económicas para la sostenibilidad de la Cárcel es , a seguir, motivo de reclamación entre los Ayuntamientos del Partido Judicial, al no aportar siempre en el tiempo debido las cantidades adeudadas.

Los presos recluidos en esta Cárcel, no se libraban ni de enfermedades comunes ni de otras afecciones más serias que requerían de su ingreso hospitalario. Esta atención médica se les daba en el Hospital Municipal, sito en la plaza de San Domingos, en el antiguo convento desamortizado, donde convivía con otros servicios municipales, en estas fechas en no muy buenas condiciones.

No siempre sobrevivían a la causa que los llevaba a este establecimiento, lo que también queda registrado junto con el control de estos ingresos y salidas del misni en estos oficios.

Los gastos farmacéuticos de los reclusos que no tenían que recibir tratamiento hospitalario corría al cargo de los presupuestos que gestionaba nuestro Ayuntamiento.

Por la falta de fondos, a no estar siempre al día la aportación de los ayuntamientos del Partido, y al no poder pagar los medicamentos, a veces surgía la suspensión del suministro por parte de las farmacias de la ciudad.

Los reclusos hacían dos comidas al día, una por la mañana, luego de los primeros trabajos, y otra por el atardecer. En el "servicio mediodía" servían primero a los hombres y en el de la noche a las mujeres, por lo menos en Lugo

En principio, el llamado "rancho" estaba destinado a los presos conocidos cómo "presos pobres", pues el resto podía introducir su propia comida. Además del exquisito celo que se le exigía al jefe de la cárcel en el suministro de víveres y en la preparación de la alimentación, se daban otras circunstancias que influían en el resultado, siendo fundamental el buen servicio del "contratista" al cual nuestro Ayuntamiento adjudicaba el suministro de víveres para estos "presos pobres", contratación que se hacía cada año.

Si tenemos en cuenta a población reclusa en la Cárcel de Lugo y los registros de gastos de este tipo de presos, la mayor parte era mantenida por la Beneficencia del Ayuntamiento de Lugo, bien a cargo del presupuesto independiente de la institución carcelaria, o bien, en los casos necesarios, al del propio Ayuntamiento de la ciudad.

La tuberculosis, más conocida en la época como "tisis", era hasta hace poco una enfermedad endémica en Galicia.

En nuestra Cárcel, luego de la consulta de los partes de alta y baja del Hospital Municipal, llegamos a la conclusión de que era una de las causa de ingreso más habituales de "presos pobres", en el Hospital Municipal.