Tal y como avanzó hace una semana la Alcaldesa, Lara Méndez, el Gobierno elevará al próximo Pleno ordinario, que se celebrará el jueves 29, su propuesta para modificar el PGOM con el fin de que el sector urbanístico CS-5 -O Garañón- pase a tener la calificación urbanística de zona verde. De este modo, si la Corporación aprueba la iniciativa del Ejecutivo, tras la demolición total de la edificación, en este ámbito no podrá levantarse ninguna otra, pues estará dedicada al esparcimiento y ocio de la ciudadanía.

Esta decisión está vinculada con la ejecución de una de las tres sentencias judiciales referentes al Garañón, la que implica una nueva ordenación urbanística de este sector a través de una modificación puntual del PGOM, en la busca de una mejor harmonización con el entorno. El Gobierno local considera que el que mejor armoniza con el entorno es una zona verde, que dé continuidad al parque de Rosalía de Castro y el Miño ayudando a integrar el río en la ciudad, lo que constituye además uno de los pilares de su modelo de ciudad.  

Antes de tomar esta decisión, el Ejecutivo pidió el pasado marzo al Patrimonio de la Xunta que informara al respeto, con el fin de trabajar conjuntamente –administración autonómica y local- en la definición de las determinaciones urbanísticas que armonizaran con el entorno. Una vez que la Xunta rechazó hacerlo, en julio, ahora da el paso y propone que El Garañón sea zona verde.

Estudio económico

Esta propuesta fue abordada este viernes por los grupos políticos municipales en la Comisión de Desarrollo Sostenible y Personal previa a la sesión plenaria del próximo jueves. El Concejal de Desarrollo Sostenible, Daniel Piñeiro, reiteró que el Gobierno abrirá un canal de negociación con el propietario encaminado a compensar los derechos edificatorios que tiene con la cesión de otras parcelas municipales.

Asimismo, subrayó que los técnicos municipales señalan que es innecesario e incluso absolutamente inconveniente que, como proponen algunos grupos de la oposición, se haga un estudio económico a priori, antes siquiera de que el Pleno acorde el inicio del expediente para la modificación puntual del PGOM, porque podría condicionar o perjudicar en un futuro al Ayuntamiento. En cualquiera caso, un expediente de modificación del Plan General de Ordenación Municipal siempre lleva consigo obligatoriamente la inclusión de un estudio económico financiero, que tendrá que ser además fiscalizado, como la totalidad del expediente, por el servicio de Intervención. Asimismo, en ningún procedimiento para adquirir terrenos se hace una valoración previa del suyo cueste: no se hizo para los terrenos del nuevo colegio del Sagrado Corazón, la estación intermodal, el tapón urbanístico de la Avenida de A Coruña, la humanización de la avenida Infanta Elena o la ampliación del paso soterrado bajo la N-VI.