Las trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Lugo llevarán consigo dispositivos de localización GPS cuando realicen labores de atención domiciliaria, en pro de su protección.

La medida, anunciada hoy por la concejal de Bienestar, Olga López Racamonde, trata de garantizar la integridad del personal municipal de esta área cuando ejerce sus funciones fuera de los centros de convivencia, que ya cuentan con guardias de seguridad para controlar los accesos e impedir que se produzcan incidentes.

"Durante el último año los Servicios Sociales atendieron más de 13.600 consultas sin que a penas se registraran altercados en el interior de las dependencias. De hecho, en todo el 2021 sólo tenemos constancia de dos, uno en el CC. Maruja Mallo y otro en el Uxío Novoneyra en los que se requirió la presencia policial mientras que en una docena de ocasiones tuvo que llamársele la atención a los usuarios por faltas de comportamiento. Y fue siempre dentro del horario de atención al público en el que ya tenemos contratada vigilancia personal para evitar este tipo de situaciones", explicó la edil.

López Racamonde señaló, por lo contrario, que "es precisamente cuando las trabajadoras acuden a prestar asistencia a los domicilios donde perciben una mayor sensación de inseguridad, hasta el punto de que en algunas ocasiones necesitan del acompañamiento de una patrulla policial que pueda interceder en caso de ser recibidas de forma agresiva por las personas usuarias del servicio. A veces estas visitas llegan a hacerlas junto a educadoras del Centro de referencia para esquivar contextos de indefensión, lo que también merma los recursos del departamento que debe destinar horas en activo de Educación Social a esta función", indicó la responsable de Bienestar.

Olga López refirió que el sistema de localización, que comenzará a emplearse en febrero y que fue contratado para las 11 trabajadoras por un importe de 3.305 euros, incluye tanto la adquisición de los dispositivos de geolocalización como su mantenimiento durante el plazo de un año.

"Los aparatos estarán conectados, inicialmente a los ordenadores de Servicios Sociales donde, en caso de ser necesario, se avisará a la Policía para que intervenga. Y, por una parte, les permitirá alertar de que se está produciendo un incidente pero también realizar una llamada de voz para dejar constancia sonora de lo que está ocurriendo en la vivienda", señaló la concejal que enmarcó la decisión en la voluntad del Gobierno de Lara Méndez de "mejorar las herramientas con las que cuentan los técnicos municipales para desempeñar su labor, siempre en condiciones de seguridad para garantizar su integridad física".

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