Magistrado dice que derecho tiene que conciliar intereses del drogadicto, delincuente, víctima y sociedad

Viernes, 23 de abril de 2010
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Gabinete de Prensa

El Magistrado de la Audiencia Provincial de Lugo, José Antonio Varela Agrelo, resaltó la función conciliadora que tiene que realizar el derecho para compaginar los intereses del drogadicto, el delincuente, la víctima y la sociedad.

Varela Agrelo, persona que se ha significado por su preocupación por el mundo de la drogadicción que incluso lo llevó a presidir una Asociación de ayuda al drogodependiente (Aliad), intervino hoy en la Cumbre de Alcaldes y Ciudades sobre drogas en Europa, América Latina y el Caribe, que se celebra en Lugo, con representación de una treintena de países.

Remarcó que cada sistema judicial aborda esta conciliación de intereses de una forma diferente. En España , comparado con otros países, alguno de los cuales participa en la cumbre, dijo que se ha optado por un sistema “relativamente duro”.

Aclaró este término explicando que el derecho en España considera, básicamente, que la persona que comete un delito “es un delincuente, aunque sea un drogadicto”, pero, matizó, “le damos una oportunidad de reinsertarse y no cumplir la sanción penal, en determinados supuestos, con la condición de que se someta a un tratamiento de rehabilitación y no comete nuevos delitos”.

Reconoció que la experiencia demuestra que la salida de la drogadicción es “complicada” y se refirió a otros países que tienen una idea “muy radical” en el sentido de primar que el drogadicto es un enfermo y siempre hay que optar por el sistema rehabilitador. “Nosotros, digamos, somos menos ingenuos o más duros y optamos por un sistema mixto que trata de conciliar ambos intereses”, agregó.

El Magistrado se congratuló de que, “afortunadamente”, la juventud actual tiene “muchísima más información”, además de haber visto el “espejo de la marginalidad” que en ocasiones provoca la droga.
Llamó la atención sobre el hecho de que ahora se está observando un fenómeno de drogadicción “de más alto standing social”, una vez que la heroína ha dejado de tener un nivel de consumo muy alto. Esta circunstancia, concretó, ha conllevado a que hubieran descendido “un poco” los delitos vinculados al consumo de drogas.
Sostuvo que el consumo de cocaína o drogas “más sofisticadas”, no suelen llevar asociada la marginalidad de antaño, que normalmente producía el “típico ‘caballo’´. “Sí que ha habido un cierto descenso en estos delitos”, reiteró.

También aseveró que la cocaína es una droga que desde el punto de vista social está “mucho mejor aceptada”, puesto que se asocia con fiestas de alto nivel, aunque quiso advertir que todos los estudios médicos determinan que se trata de una sustancia que crea “una gran adicción y que es tremendamente peligrosa”. “Eso –concluyó- está muy claro, pero ya se sabe que muchas veces el concepto social de cómo se considera la droga es algo que influye mucho en la incidencia del consumo y , sobre todo, en determinadas capas sociales”.

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